sábado, 11 de febrero de 2017

CYNTHIA CANO MUESTRA SU FLAMENCO DE POSTÍN. DIARIO LA OPINIÓN DE MURCIA TCM 11.02.17

Cynthia Cano muestra su flamenco de postín

La primera noche de la Cumbre Flamenca estuvo protagonizada por una muestra de la bailaora de Las Torres en el Teatro Circo de Murcia

11.02.2017 | 00:49
Cynthia Cano muestra su flamenco de postín
El evento flamenco de la capital levantó su telón con un paseo por la danza flamenca de Murcia. El Conservatorio de Danza murciano regaló una gota de su día a día; de aprendizaje, de sacrificio, de tesón y buen hacer. Más de 40 alumnos lucieron coreografías de talento y responsabilidad junto a diez músicos que desde atrás marcaban su tiempo.

Pero antes de esto ya nos habíamos retorcido en la butaca. La bailaora murciana Cynthia Cano regresó con Bailaora de postín a la tierra que tanto la admira, y recogió el premio a la artista revelación de este año de la mano del director de la Cumbre Flamenca, Antonio Parra, y de la directora del Conservatorio de Danza, Teresa Souán. Sobre las tablas, la de Las Torres volvió hacer lo que sabe, lo que conoce; que no es poco para su juventud y que es mucho para cualquier alumno que se deja los talones en las barras del conservatorio.

Su Bailaora de postín estuvo dedicado a tres mujeres de fuerza y personalidad, revolucionarias en su tiempo y artistas del flamenco. Una Pastora Imperio de la que la Cano recoge esa finura por tientos-tangos, delicada y suave, que sigue por soleá y termina con un pincel por bulerías con el mantón temblando; una visión contemporánea aposada en las formas clásicas del baile flamenco.

De Carmen Amaya trae la electricidad de los pies, la carga más dramática por martinetes, seguiriyas y cantes de levante, que son los pesos pesados del baile flamenco. Y se pone fea, y cuando Cynthia se pone fea es cuando más guapa está.

Remata el manojo con Matilde Coral, la escuela sevillana por excelencia. El contoneo, la picaresca, su mantón y su bata haciendo soñar.

Además Cynthia ha creado una compañía sólida y equilibrada en su atrás. Se la ve cómoda y sabe dar y tomar espacio. El Torombo estuvo a lo que acostumbra, a compás, tintes de pellizco en los andares y hasta torero; la guitarra del cordobés Luis Medina le dio a Cynthia Cano las notas de la sensibilidad, la armonía y los apoyos en escobillas y silencios. La sonanta de El Perla es otra historia, es la enjundia de su barrio de la Macarena; es el conocimiento y el dominio del compás, flamenco de cuatro costaos sin abalorios que se exhiben en sus seis cuerdas. El cante jerezano de Miguel Lavi arrastra siglos de historia flamenca, la esencia de la madre, el metal forjado en el aire del tiempo y una flamencura nativa. Por último, el cante de nuestro paisano Bastián Contreras, que mece la gitanería oscura, de profundidad con un quejío; posee dentro de él la mejor voz masculina del cante murciano, quizá de hoy, quizá de siempre.

Con todos estos recursos unidos se hace complicado tener una panorámica del espectáculo, porque ante tanta calidad artística en el escenario tienes constantemente la sensación de estar perdiéndote algo; todo aquí cuenta y alimenta el alma. Estamos ante una artista que poco a poco se consagra y se hace ese hueco que le espera en el panorama flamenco. El formato de Bailaora de postín es acertado en planteamiento y ejecución, no hay secretos. Tres mujeres encerradas en el cuerpo de Cynthia Cano desde una mirada, a un gesto, a su andar en el escenario; cierto es que no imita, solo asimila las diferentes escuelas y arroja su carácter. Es libre porque es ella misma y eso no es fácil, aunque siempre debería ser así.

Termina la primera noche de Cumbre Flamenca en el Teatro Circo con una Cynthia Cano más hecha y el Conservatorio de Danza lleno de futuro y esperanza, con el homenaje al baile de la tierra, con lo que es y lo que puede ser; con la incertidumbre viva.

Nunca se sabe si tendremos otra oportunidad, si la vida nos dejará disfrutar de otra noche de arte así,por lo que tenemos que llenar nuestro paladar con las oportunidades que se nos ofrecen y ser agradecidos; valorar el movimiento de una bata de cola, los flecos de un mantón, la limpieza de los palillos, la respiración en un poema, la caricia de una cuerda, el ole a tiempo o un quejío estremecedor. El flamenco es así de efímero, si pasa por tus ojos y no eres capaz de verlo no regresa, puede volver pero ya será otra historia.

http://www.laopiniondemurcia.es/cultura-sociedad/2017/02/11/cynthia-cano-muestra-flamenco-postin/805060.html 

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