A salto de mata CYNTHIA CANO CANDEL BAILAORA
«Quiero seguir con el flamenco puro», afirma la ganadora del certamen nacional de danza celebrado en Las Torres de Cotillas
29.09.08 -
En el vientre de su madre, Cynthia ya se movía de forma especial. Poco arrastró el culo a tatas y a los dos años de edad ya empezó a especializarse en el baile flamenco. Formó parte de la asociación cultural Badana de Las Torres de Cotillas, y la profesora, María Dolores Ros le echó bien el ojo, la cogió de la mano y con sus ocho años de edad ya empezó a introducirla en el mundo de los concursos y de las exhibiciones, de tal forma que ese mismo año consiguió el primer premio nacional en el concurso televisivo Veo Veo. Al siguiente quedó en primer lugar a nivel regional, y segundo a nivel nacional. A partir de aquí, todo ha sido bailar flamenco. Acaba de conseguir en su propio pueblo el primer premio del concurso nacional de danza.
- Perdona mi indiscreción pero esos pendientes en forma de corazón y rojos, a juego con la blusa roja ¿tienen algún significado?
- En absoluto. La forma de corazón es bonita, agradable y transmite paz y vida; es lo más grande de la persona. Conjuntado con el rojo le da aún más alegría, fiesta y mucha marcha.
- ¿Se puede seducir con los ojos desde el escenario al público?
- Por supuesto. La mujer debe mostrar en el escenario algo de su encanto femenino: digamos que tiene que ser picarona, sexy. También puede seducir de muchas maneras, pero los ojos deben dejarte clavao, y con una sonrisilla. También con el movimiento del cuerpo, incluso con un silencio; porque muchos silencios dicen más que mil palos.
- Imagínate que entre el público está el varón al que desearía tirarle los tejos desde el tablao ¿cómo lo haría?
- Primero le bailaría unos cientos-tangos; es un palo de cuatro tiempos y más lento que los tangos; y a mitad del baile dar un corte e iniciar con mucha fuerza y alegría, con muchos movimientos de brazos y de todo el cuerpo. Pero ahora no tengo tiempo para pensar en ello, ya llegará su momento, y le volveré loco.
- Todos los que suben al tablao a bailar flamenco introducen algo nuevo, como propio; ¿Qué va a hacer usted?
- La verdad que ya no se baila el flamenco puro, cada bailarín le introduce algo nuevo; es lo que hoy llamamos el flamenco fusionado. Por mi parte aún quiero seguir con el flamenco puro, y lo nuevo, la gracia, que sea mi estilo propio, el lenguaje que le da mi propio cuerpo.
- ¿Es igual el taconeo del hombre que el de la mujer?
- Nunca puede ser igual. La mujer no sólo taconea, sino que su mensaje lo muestra principalmente de cintura para arriba. No sólo hay que mirarle al suelo, a los golpes de sus zapatos, sino especialmente observar sus movimientos de cintura para arriba: cómo domina el movimiento de los brazos, de las manos; el contorno y movimiento de la cintura. En realidad hay que ver qué es lo que hace la mujer con su cuerpo. El taconeo del hombre es más fuerte, más viril, pero nunca podrá trabajar con su cuerpo como lo hace una mujer.
- Por cierto, tengo una curiosidad con sus zapatos, que pesan mucho, ¿alguien le ata las cordoneras?
- No, no pesan muchos. Las buenas bailaoras, aquí mismo con el zapato normal, pueden exhibirse. Pero para hacer un buen trabajo ya están estos zapatos especiales que llevan como unos clavos muy pequeños, para que no resbale. Por otra parte, y para darle más sonoridad, hay como una pequeña curvatura en la planta del pie para darle más resonancia a los golpes; pero principalmente como se trabaja con los huesos del metatarsio del pie, el zapato debe ir cosido a mano para que sea más flexible. El tacón que desde hace unos cinco años atrás se viene utilizando es el tacón cubano que es más ancho y da más equilibrio. En lo que respecta a las cordoneras siempre soy yo quien me las ato, y bien fuerte.
- Perdona mi indiscreción pero esos pendientes en forma de corazón y rojos, a juego con la blusa roja ¿tienen algún significado?
- En absoluto. La forma de corazón es bonita, agradable y transmite paz y vida; es lo más grande de la persona. Conjuntado con el rojo le da aún más alegría, fiesta y mucha marcha.
- ¿Se puede seducir con los ojos desde el escenario al público?
- Por supuesto. La mujer debe mostrar en el escenario algo de su encanto femenino: digamos que tiene que ser picarona, sexy. También puede seducir de muchas maneras, pero los ojos deben dejarte clavao, y con una sonrisilla. También con el movimiento del cuerpo, incluso con un silencio; porque muchos silencios dicen más que mil palos.
- Imagínate que entre el público está el varón al que desearía tirarle los tejos desde el tablao ¿cómo lo haría?
- Primero le bailaría unos cientos-tangos; es un palo de cuatro tiempos y más lento que los tangos; y a mitad del baile dar un corte e iniciar con mucha fuerza y alegría, con muchos movimientos de brazos y de todo el cuerpo. Pero ahora no tengo tiempo para pensar en ello, ya llegará su momento, y le volveré loco.
- Todos los que suben al tablao a bailar flamenco introducen algo nuevo, como propio; ¿Qué va a hacer usted?
- La verdad que ya no se baila el flamenco puro, cada bailarín le introduce algo nuevo; es lo que hoy llamamos el flamenco fusionado. Por mi parte aún quiero seguir con el flamenco puro, y lo nuevo, la gracia, que sea mi estilo propio, el lenguaje que le da mi propio cuerpo.
- ¿Es igual el taconeo del hombre que el de la mujer?
- Nunca puede ser igual. La mujer no sólo taconea, sino que su mensaje lo muestra principalmente de cintura para arriba. No sólo hay que mirarle al suelo, a los golpes de sus zapatos, sino especialmente observar sus movimientos de cintura para arriba: cómo domina el movimiento de los brazos, de las manos; el contorno y movimiento de la cintura. En realidad hay que ver qué es lo que hace la mujer con su cuerpo. El taconeo del hombre es más fuerte, más viril, pero nunca podrá trabajar con su cuerpo como lo hace una mujer.
- Por cierto, tengo una curiosidad con sus zapatos, que pesan mucho, ¿alguien le ata las cordoneras?
- No, no pesan muchos. Las buenas bailaoras, aquí mismo con el zapato normal, pueden exhibirse. Pero para hacer un buen trabajo ya están estos zapatos especiales que llevan como unos clavos muy pequeños, para que no resbale. Por otra parte, y para darle más sonoridad, hay como una pequeña curvatura en la planta del pie para darle más resonancia a los golpes; pero principalmente como se trabaja con los huesos del metatarsio del pie, el zapato debe ir cosido a mano para que sea más flexible. El tacón que desde hace unos cinco años atrás se viene utilizando es el tacón cubano que es más ancho y da más equilibrio. En lo que respecta a las cordoneras siempre soy yo quien me las ato, y bien fuerte.
Fuente: Diario La Verdad de Murcia
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